Llegando Juan, dijo al Maestro:
“Hemos visto a uno que en tu nombre
expulsaba los demonios.
Tratamos de impedírselo
porque no era uno de los nuestros”.
Y Jesús, muy firme, reprendió:
¡NO SE LO IMPIDAN!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
SI OBRA SIGNOS EN MI NOMBRE.
¡NO!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
EL QUE NO ESTÁ EN CONTRA NUESTRA ESTÁ A FAVOR.
Pobre de aquel que escandalice
a uno solo de los más pequeños.
Le hubiera sido mucho mejor
que fuera arrojado al mar
con una gran piedra atada al cuello,
como de las que hay en los molinos.
¡NO SE LO IMPIDAN!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
SI OBRA SIGNOS EN MI NOMBRE.
¡NO!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
EL QUE NO ESTÁ EN CONTRA NUESTRA ESTÁ A FAVOR.
Si tus ojos, pies o manos
hacen tu interior triste y manchado
por mirar, por ir u obrar sin Dios.
Ser tuerto, cojo o manco es mejor
que llegar entero al fuego eterno
y no entrar al Reinado de Dios.
¡NO SE LO IMPIDAN!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
SI OBRA SIGNOS EN MI NOMBRE.
¡NO!, ¡NO SE LO IMPIDAN!,
EL QUE NO ESTÁ EN CONTRA NUESTRA ESTÁ A FAVOR.
Si el vídeo no se abre en la entrada, pueden encontrarlo en esta dirección:
No hay comentarios:
Publicar un comentario