viernes, 10 de enero de 2020

La catedral de Zamora


La catedral de Zamora en España es la más pequeña y la más antigua de las catedrales castellanas, con un singular cimborrio de influencia bizantina sobre el crucero. Se la conoce como "la perla del Duero". Está dedicada al Salvador. Su fiesta es el 6 de agosto, día de la transfiguración del señor.

La ciudad tuvo una catedral en época visigótica, pero la invasión musulmana la destruyó. Cuando el año 893 fue reconquistada por los cristianos, se volvieron a levantar varias iglesias, que de nuevo fueron destruidas por los musulmanes el año 986. Finalmente, el reino cristiano de León se afianzó y el templo actual se construyó entre 1139 y 1174, aunque se realizaron reformas y ampliaciones en los siglos siguientes.



La puerta del obispo es una obra maestra, por el equilibrio de sus elementos y la perfección de las proporciones, así como por la belleza de las escenas esculpidas en los tímpanos de los arcos laterales. Las arquivoltas decoradas con lóbulos cerrados sirvieron de inspiración para muchas otras.



El singular cimborrio gallonado está recubierto por tejas de piedra en forma de escamas. Muchas obras posteriores se inspiraron en él, como la torre del Gallo en la catedral vieja de Salamanca, la torre del Melón en la catedral de Plasencia y el cimborrio de la catedral de Évora (la más grande de Portugal).



El interior del cimborrio, elevado sobre pechinas, permite la iluminación del interior del templo a través de las 16 ventanas que perforan el tambor.



La sillería gótica del coro es de gran riqueza escultórica. Los respaldos recogen escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En las "misericordias" y en los pomos de los doseles hay representados pecados y vicios, así como curiosas escenas satíricas y bestias fantásticas.



La maciza torre románica, de 45 metros de altura, tiene claramente una función defensiva. Conserva 11 campanas (algunas de gran tamaño, como la "Golondrina", que pesa 4000 kilos). La catedral conserva también una campana en el tejado, que se usaba para avisar a la población cuando había fuego o algún otro peligro, y otras campanas menores en distintos lugares del templo.



Debido a un terrible incendio en 1591, se perdió el claustro románico. El actual es de estilo escurialense o herreriano.



El museo recoge una importante colección de tapices flamencos, así como esculturas, pinturas y otras obras de arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario