martes, 30 de septiembre de 2025

Santa Teresa de Ávila y santa Teresa de Lisieux


Santa Teresa de Jesús y santa Teresa del Niño Jesús: madre e hija espirituales separadas por tres siglos, pero unidas por el mismo fuego de amor. A veces se las confunde, pero basta con detenerse en la imagen para distinguirlas con claridad.

A la izquierda está Teresa de Jesús o de Ávila, fundadora del Carmelo descalzo en el siglo XVI. Española, escritora, poeta, mística y mujer de temple recio, se la llama «la madre» o «Teresa la grande». En su mano derecha sostiene su obra más célebre, «El castillo interior», y en la izquierda una pluma, símbolo de su magisterio espiritual. En el pecho luce un corazón atravesado por una flecha, evocación de la transverberación, experiencia del amor de Dios que hirió su alma con fuego divino.

A la derecha está Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, conocida como Teresita de Lisieux, carmelita francesa del siglo XIX. Es «la hija», «la florecita», «la pequeña Teresa», maestra del caminito de la infancia espiritual. Suele representarse con una cruz y unas rosas —símbolo de la «lluvia de gracias» que prometió derramar desde el cielo—, que aquí lleva colgadas del cinturón.

Ambas son carmelitas descalzas y doctoras de la Iglesia. La fiesta de santa Teresa de Ávila se celebra el 15 de octubre y la de santa Teresita, el 1 de octubre. Curiosamente, fuera de España y del ámbito carmelitano, la hija ha eclipsado en popularidad a la madre. Pero juntas forman un arco perfecto: la fortaleza fundadora y la sencillez confiada, dos caminos que conducen al mismo Dios.

Contemplarlas lado a lado es dejarse enseñar por dos maestras del Espíritu: una nos invita a adentrarnos con valentía en los castillos interiores del alma hasta encontrar allí la morada de Dios; la otra nos recuerda que el camino más corto hacia él es la confianza sencilla de un niño. Que su ejemplo despierte en nosotros el deseo de orar más, de amar mejor y de caminar con paso firme y corazón pequeño hacia el abrazo del Padre. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario