El 17 de julio se celebra la memoria de diecisiete carmelitas descalzas de Compiègne, mártires de la revolución francesa. Fueron condenadas a muerte por no querer renegar de su fe ni de su profesión religiosa. Renovaron sus votos antes de morir y subieron a la guillotina cantando himnos religiosos. Sufrieron el martirio el 17 de julio de 1794 en París.
Sor María de la Encarnación ansiaba el martirio, para manifestar su amor y fidelidad a Jesús, pero fue la única superviviente. Escribió una relación de los acontecimientos, dando testimonio de todo lo que vivieron las hermanas. Ese texto es el que sirvió de fundamento a las obras posteriores:
La primera, que las dio a conocer al gran público fue la novela escrita en 1932 por la alemana Gertrud von Le Fort "La última en el cadalso".
En 1949, el francés Georges Bernanos transformó la novela en obra de teatro con el título "Diálogos de carmelitas".
En 1957 Francis Poulent hizo una ópera musical con el mismo título. Ese mismo año se estrenó la versión italiana en "La Scala" de Milán y la versión francesa en el "Théâtre National de l'Opéra" de París. Los minutos finales, con el canto de la Salve Regina durante la ejecución de las carmelitas, se pueden ver en este vídeo:
Pueden ver la ópera entera aquí:
El año 1960 se giró una película en blanco y negro absolutamente imperdible para los cristianos (hay otras dos versiones posteriores de la misma película, pero la original es de una calidad suprema). Pueden ver la famosa película en su versión original. Si todavía no la han visto, no dejen de hacerlo. No se arrepentirán.
La película, además de describir la vida cotidiana de las religiosas, con sus grandezas y sus conflictos relacionales, así como el drama personal de sor Blanca, con sus temores y debilidades, reflexiona sobre el valor que se necesita para ser fieles a la propia conciencia en momentos difíciles.
Especialmente emotivas son las escenas finales, en las que la religiosa valiente, que quería morir mártir, tiene que renunciar a entregar su vida por Cristo, para que el Carmelo pueda renacer, y la novicia miedosa, ignorante del drama de su hermana, con un gesto de gran valor ocupa voluntariamente su lugar.
Aquí tienen la versión de 1984 en color, dirigida por Pierre Cardinal para la televisión pública francesa:
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