viernes, 31 de mayo de 2024
Material sobre la visitación de María a Isabel
María, embarazada de Jesús y llena del Espíritu Santo, se puso en camino para ayudar a su prima Isabel, que estaba embarazada de Juan Bautista. Ya he dedicado varias entradas a hablar del argumento:
- Visitación de María. El evangelista san Lucas dice que María se dirigió «aprisa» hacia la casa de su prima. Tenía tantas ganas de servir, de ayudar, que se puso en camino apenas supo por boca del ángel que su anciana pariente estaba embarazada. No pensó en sí misma ni en los peligros del viaje; la movía la caridad. María se presenta ante nuestros ojos como la mujer que sabe servir, que se dirige al encuentro de quien necesita ayuda...
- María, nueva arca de la nueva alianza. Igual que se trasladó el arca desde Quiriat Yearín, en Galilea, hasta Jerusalén, hacia el año 1000 a. C. (cf. 2Sam 6); al llegar la plenitud de los tiempos, María realiza el mismo viaje desde Nazaret a las montañas de Judá (Eim Karim está tan cerca de Jerusalén que hoy es un barrio suyo)...
- Virgen de la Esperanza. María es modelo de esperanza en las promesas de Dios, que se cumplen siempre y es también fuente de nuestra esperanza, tal como rezamos en la Salve: «Vida, dulzura y esperanza nuestra, a ti clamamos». En ella pone su confianza el pueblo cristiano, sabiendo que nunca abandona a sus hijos. Representaciones de María embarazada.
- La visitación de María a su prima Isabel. El evangelio habla de la prontitud de María en el servicio. Apenas escuchó que su prima anciana estaba embarazada y podía necesitar ayuda, "ella se fue con prontitud" (Lc 1,39). No piensa en sí misma, en su comodidad, en prepararse para su propio parto... Se pone en camino para servir. Y eso que de Nazaret a Ein Kerim (junto a Jerusalén) hay más de 100 kilómetros.
- María se puso en camino y fue aprisa a la montaña. Al llegar a casa de su prima, Isabel saludó a María diciendo: «Dichosa tú, que has creído». Esta es la primera bienaventuranza de los evangelios, que alaban la fe de María como modelo para todos los creyentes de todos los tiempos.
- Visitación de María a Isabel. Texto de José María Pérez Lozano (1926-1975) que recrea poéticamente la escena. ¿Veis cómo Isabel rinde homenaje a María, su jovencísima prima? Los saltos de Juan el Bautista en el seno de su madre son el primer signo de una expectación humana ante el Mesías que ya viene, que necesitará que sus caminos sean allanados para que la Verdad camine fácilmente y encuentre eco en los corazones endurecidos de los hombres.
- Ain Karem, la patria de san Juan Bautista. Con fotos. La actual iglesia de san Juan Bautista se levanta sobre restos de otras iglesias más antiguas y recoge en una capilla lateral una cueva-casa de los tiempos de Jesús, que la tradición ha identificado con la casa de Zacarías e Isabel. El edificio actual es del s. XII, de la época de los cruzados. Los musulmanes no lo hundieron porque lo trasformaron es establo hasta que el estado español lo compró en el s. XVII. Desde entonces es atendido por los franciscanos, aunque ha pertenecido siempre al patrimonio español. De hecho, está recubierto de cerámica valenciana y adornado con varios cuadros de importantes pintores españoles, así como con el escudo de España sobre la puerta de entrada por el lado interior. En 1980 España lo cedió a la Santa Sede (con otras iglesias de Tierra Santa que formaban parte de la misma fundación).
- Visitando Tierra santa: Ein Karem. Con vídeo. La iglesia de san Juan Bautista fue construida por el patronato español y conserva el escudo real, azulejos de Manises y pinturas de Ribalda, Rivera, y Lucas Jordán, entre otros. En el patio se puede leer el «Benedictus», escrito en cerámica en numerosos idiomas. La iglesia de la Visitación recuerda el lugar donde se escondió santa Isabel con san Juan niño, para salvarlo de los soldados de Herodes, que habían recibido orden de asesinar a los niños de menos de dos años en Belén y sus alrededores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario