sábado, 6 de mayo de 2023

Yo soy el camino, la verdad y la vida


El quinto domingo de Pascua, ciclo "a", en el evangelio Jesús enseña que él es el camino que nos lleva al Padre y que en el cielo adonde hay "muchas moradas".

Jesús invita a sus discípulos a estar tranquilos en los momentos más difíciles de su vida, después de la última cena e inmediatamente antes de ser apresado, juzgado y crucificado.

Por difíciles que sean las circunstancias que nos toquen vivir, hemos de procurar mantener la calma, sabiendo que nunca estamos solos, que Jesús nos acompaña, que él es nuestro camino hacia el cielo, que él nos espera con los brazos abiertos en la casa del Padre, en la que "hay muchas moradas".

Estamos en camino, pero no hemos de detenernos en las cosas que nos gustan ni tener miedo a las dificultades. Avancemos decididos con los ojos fijos en la meta de nuestro caminar: el encuentro definitivo con Cristo. Mientras tanto, digamos con san Juan de la Cruz:

Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras...

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