El último fin de semana de febrero (sábado 25 y domingo 26) tendremos en la casa natal de santa Teresa de Jesús en Ávila un encuentro para reflexionar sobre la misión compartida por frailes, religiosas y seglares en el Carmelo y en la Iglesia.
Los cristianos tenemos que crecer en comunión para poder dar un testimonio creíble del evangelio en el mundo. Cada uno tiene algo que aportar, ya que la misión es de todos.
El Carmelo hoy es una gran familia extendida por el mundo entero, a la que pertenecemos personas con distintas sensibilidades y distintos estados de vida, pero que compartimos algunos elementos comunes: el deseo de vivir en la amistad con Cristo, una relación de intimidad con su madre, un gran aprecio a la lectura orante de la Biblia, el cultivo de la espiritualidad, etc.
En este encuentro queremos compartir la fe y la esperanza, y reflexionar juntos sobre los cauces para crecer en la comunión y estrechar vínculos de colaboración en la misión compartida.
No partimos de cero. Desde hace años, los consejos generales o.carm. (carmelitas de la antigua observancia) y o.c.d. (carmelitas descalzos) se reúnen dos veces al año y realizan actividades conjuntas. También en las distintas regiones donde está presente la Orden se hacen encuentros de la familia carmelitana.
El año pasado, un grupo de frailes, religiosas y seglares de distintos lugares de España nos reunimos varias veces para reflexionar sobre este argumento. Tienen una crónica del último encuentro en este enlace.
La CONFER española (la asociación que reúne a las distintas familias religiosas presentes en el país) lleva tres años organizando encuentros con los que pretende "concienciar, reflexionar, visibilizar, celebrar la dimensión eclesial de un laicado en ‘misión compartida’ con la vida religiosa, viviendo su fe desde la espiritualidad y carismas de diversas familias religiosas".
El 15 de mayo de 2016, la congregación vaticana para la doctrina de la fe publicó un documento titulado: "La Iglesia rejuvenece" (Iuvenescit Ecclesia), en el que reflexiona "sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos para la vida y misión de la Iglesia".
Allí se afirma: "La llamada a ser Iglesia 'en salida' lleva a releer toda la vida cristiana en clave misionera. En esta tarea indispensable de la nueva evangelización es más necesario que nunca reconocer y apreciar los muchos carismas que pueden despertar y alimentar la vida de fe del Pueblo de Dios" (n. 1).
Más adelante, añade: "La espiritualidad de los Institutos de vida consagrada puede llegar a ser tanto para los fieles laicos como para el sacerdote un recurso importante para vivir su vocación. Por otra parte, no pocas veces, los miembros de la vida consagrada, con el consentimiento necesario de sus superiores, pueden encontrar en la relación con las nuevas agregaciones un importante sostén para vivir su vocación específica y ofrecer, a su vez, un 'testimonio gozoso, fiel y carismático de la vida consagrada', permitiendo así un recíproco enriquecimiento" (n. 22).
Hace pocos días que hicimos pública la invitación a participar en el encuentro de Ávila, especificando los horarios y temas a tratar. Pueden verlo en este enlace.
El padre Saverio Cannistrà (general de los ocd) nos ha enviado un mensaje de apoyo, en el que afirma: "Me alegro mucho de esta iniciativa. Creo que el Carmelo necesita esta búsqueda al día de hoy. ¡Ojalá que algo nuevo pueda brotar!"
El padre Fernando Millán (general de los o.carm.) también nos ha mandado un mensaje de solidaridad, en el que dice: "Muchísimas gracias por esta estupenda iniciativa. Me ha parecido estupendo este proceso de reflexión. En este tiempo, más que nunca, tenemos que reflexionar juntos, discernir, explorar, arriesgar… Os acompaño con la oración y el afecto fraterno".
El padre Miguel Márquez (provincial ocd de la provincia ibérica de santa Teresa) es uno de los promotores de la iniciativa y estará presente en el encuentro.
El padre Juan Aristondo (provincial ocd de la provincia de san Joaquín de Navarra) también ha mandado un mensaje de apoyo y ha manifestado su deseo de que sigamos avanzando en este camino de comunión y de colaboración entre los distintos miembros de la gran familia carmelitana.
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