sábado, 12 de diciembre de 2015
Hallada en Toledo la primera traducción de los evangelios en la lengua del imperio azteca
El “Nican Mopohua”, escrito en idioma náhuatl en el s. XVI, relata la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en 1531. Se acaba de hacer público el descubrimiento de un Evangeliario (selección de los evangelios que se leían en las misas dominicales durante un año) en el mismo idioma, que data de pocos años después.
Parece ser que comenzó la traducción fray Arnaldo Bassacio y, a su muerte en 1542, la continuó fray Bernardino de Sahagún. En 1561, Francisco de Bustamante, Comisario General de las Indias, llevó esta copia a Toledo, en España. Un catálogo de 1598 atestigua su presencia en la biblioteca de la catedral de Toledo en un volumen que contiene otras obras, algunas en latín.
El libro estaba catalogado, pero nadie se molestó en controlar cada uno de sus contenidos por desconocimiento de la lengua náhuatl. La historia del descubrimiento y estudio del texto la pueden leer aquí.
Lo más interesante es que solo diez años después de las apariciones de la Virgen de Guadalupe la comunidad indígena a la que perteneció Juan Diego ya se había convertido mayoritariamente al cristianismo, hasta el punto de necesitar los libros que se usaban en la misa traducidos a su idioma.
En los años posteriores, el concilio de Trento mandó que las lecturas de la misa se hicieron solo en latín, aunque las traducciones se podían usar en la catequesis.
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