martes, 25 de julio de 2023

Catedral de Santiago de Compostela


La inconfundible fachada del obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela recibe a los peregrinos que llegan cada día desde sitios lejanos. Son cientos de miles los que hacen el «camino» a pie. Esta fachada fue realizada por Fernando de Casas Novoa entre 1738 y 1750. Las torres miden 74 metros de altura. La parte baja de las mismas son las torres medievales, que se elevaron y decoraron en época barroca.

Pasada la puerta se puede admirar el fantástico "pórtico de la gloria", realizado por el maestro Mateo entre 1168 y 1188. Consta de 135 imágenes de Cristo, los evangelistas, los apóstoles, los profetas y otros personajes bíblicos, además de numerosas imágenes de animales reales y fantásticos. En el tímpano y las arquivoltas se representa el juicio final y el triunfo definitivo de Cristo y de los redimidos, que viven gozosos en la nueva Jerusalén del cielo.

Debajo de Cristo Pantocrator, en el parteluz está representado el apóstol Santiago.

La figura más conocida es la del profeta Daniel, con cara juvenil y una simpática sonrisa. Una tradición popular dice que sonríe mirando a la reina Ester, que está de frente.

El interior es una obra maestra del románico, por su esbeltez y armonía. Consta de tres naves con amplio crucero y numerosas capillas adosadas. Fue levantada entre 1075 y 1122. Después se realizaron la cripta, el pórtico de la gloria y otros elementos, entre 1169 y 1211. Las tribunas sobre las naves laterales rodean todo el perímetro del templo.

El presbiterio conserva en un camarín medieval la imagen sedente del apóstol, que preside la catedral desde su consagración en 1211, así como los púlpitos de bronce del siglo XVI, el altar de plata del siglo XVII y otros elementos antiguos, pero el baldaquino dorado con numerosas imágenes de ángeles y santos fue realizado en el siglo XVIII por los mejores escultores de la época.

Aquí se puede apreciar la imagen sedente del altar, revestida con su esclavina de plata decorada con piedras preciosas.

En el ático del camarín está situado Santiago en su caballo blanco, tal como lo vieron los cristianos en la batalla de Clavijo, el año 844.

La girola permite caminar detrás del altar mayor. A ella se abren cinco capillas, todas ellas construidas en la primera fase de la edificación del templo.

En la girola se encuentra la puerta santa. Encima de ella hay una de las cruces de consagración de la basílica, del año 1211, con la inscripción "Esta es la casa de Dios y la puerta del cielo". A los lados hay dos esculturas del antiguo coro románico del maestro Mateo y dos pilas de agua bendita.

La cripta es un mausoleo romano del siglo I, que se reutilizó cuando se trasladaron allí los restos del apóstol, que hoy se conservan en una urna de plata neorrománica.

Esta es la arqueta de plata en que se conservan los restos del apóstol. Fue realizada el año 1886.

La capilla de las reliquias conserva una bóveda gótica calada y un gran retablo neogótico de madera de cedro cubano en su color, con un enorme medallón que representa al apóstol en el centro. En las repisas hay numerosos relicarios de distintas épocas, pero todos de gran valor artístico e histórico. En esa misma capilla está el panteón real, con los sepulcros de Raimundo de Borgoña (+1107), Doña Berenguela (+1149), Fernando II de León (+1188), Alfonso IX de León (+1230), Doña Juana de Castro (+1347) y otros.

Entre los relicarios destaca este del año 1332, decorado con piedras preciosas y camafeos helenistas, con más de dos mil años de antigüedad.

En la capilla de san Fernando se encuentra la sala del tesoro, donde se recogen las principales piezas de orfebrería de la catedral, donaciones de personalidades que peregrinaron a Santiago a lo largo de los siglos.

Espectacular cúpula ochavada de la capilla de la Virgen del Pilar, que funcionó como sacristía mayor hasta el siglo XIX.

La capilla del Salvador, del año 1075, conserva un singular retablo de mármol policromado de estilo plateresco que tiene en el centro una imagen medieval del Señor.

La capilla del Cristo de Burgos, con planta de cruz griega tiene varios retablos. En el central una imagen muy realista de Cristo en la cruz, con pelo natural. Una Virgen del Carmen remata el ático.

Uno de los elementos más famosos de la catedral es el "botafumeiro", el enorme incensario de 62 kilos cuando está vacío y que se mueve a 68 kilómetros por hora por la nave del crucero, perfumando de incienso toda la catedral. Las cuerdas que lo sujetan pesan 90 kilos.

La biblioteca conserva importantes códices medievales, incunables y libros de vario tipo. Allí se guardan los dos botafumeiros cuando no están en uso. En el centro hay un enorme facistol del siglo XVII.

En la sala capitular (donde se reúnen los canónigos) hay una importante colección de tapices del siglo XVI. Un bello cuadro de la Virgen de Guadalupe preside bajo el dosel del rey Carlos III.

Los museos conservan una importante colección de pinturas, esculturas, orfebrería, libros, tapices, bordados litúrgicos, etc. Aquí se ven tres capas pluviales. La de nuestra derecha es del siglo XVI. Las otras dos son del siglo XVIII.

En las criptas se encuentra una reconstrucción del coro pétreo del maestro Mateo (que fue desmontado en el siglo XVII). En esta sala se ve una anunciación del siglo XIV.

La iglesia de la Corticela es la parroquia de los forasteros que llegan a la ciudad. Es la parte más antigua de la catedral, del siglo IX y estilo prerrománico. Al principio era una iglesia independiente, que quedó absorbida por la catedral a medida que esta fue creciendo. Dentro se encuentra una lauda del siglo VII, sepulcros medievales, una pila bautismal del siglo XV y otros objetos de distintas épocas y proveniencias.

El gran claustro del siglo XVI tiene en el centro la fuente del siglo XII en la que durante siglos se lavaban los peregrinos al llegar a la ciudad.

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