lunes, 17 de noviembre de 2014

Santa Teresa de Jesús en Puerto Rico


El quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús está suponiendo para muchos una oportunidad de acercarse a su persona y a su mensaje. Las iniciativas se multiplican en todo el mundo. Yo, en concreto, me encuentro hablando de ella en Puerto Rico, la Isla del Encanto.

En estos momentos estoy dando un cursillo en el monasterio de las madres carmelitas de Mayaguez. La fotografía de arriba corresponde a la imagen de la Virgen del Carmen que se encuentra a un lado del altar mayor en la iglesia.

La semana pasada tuve otro similar en las carmelitas de Trujillo Alto y la anterior en los padres carmelitas descalzos de Caguas (parroquia de san José). El último día tendré un encuentro en los padres carmelitas de Santurce (parroquia de santa Teresita).

En los tres sitios me he encontrado con gente estupenda, deseosa de crecer en la amistad con Cristo y en el servicio a los hermanos. Doy gracias a Dios por cada persona que me permite encontrar en esta tierra maravillosa. A continuación les recojo el testimonio de algunos de los que participaron en los encuentros de la semana pasada.

Este cursillo de seis días (del 9 al 14 de noviembre de 2014) que hemos tenido en el monasterio de las carmelitas de San José, en Trujillo Alto, Puerto Rico, ha sido un verdadero regalo de Dios para los que tuvimos el privilegio y la bendición de poder asistir. Hasta ahora yo ya conocía un poco de los escritos de santa Teresa de Jesús, pero gracias a este cursillo he tenido la oportunidad de conocerla con mayor profundidad: la mística doctora de la Iglesia enamorada de Jesús, pero también la mujer humilde, culta inteligente, valiente y humana, escritora y fundadora. Conocer más profundamente a santa Teresa ha transformado mi espiritualidad, elevándola a nuevas y más elevadas cotas de amor y autenticidad. Efraín González García, o.t.c.

Aprendí en este cursillo lo siguiente: 1) Que misticismo es experiencia de Dios y no arrebatos o estados fuera de sí; 2) que las virtudes humanas son esenciales para la plenitud humana y cristiana; 3) que la conversión no consiste en mayores o más actos de piedad o penitencia, sino en vivir la vida de Cristo, imitarle a él; 4) que la humildad y la verdad van de la mano en todos los aspectos de la vida; 5) que Teresa de Jesús vivió su camino espiritual con alegría, poniendo todo en manos del señor y 6) que tengo que seguir creciendo en la paciencia con los demás y conmigo mismo. XI.

Damos gracias al padre Eduardo por este cursillo sobre santa Teresa. Hemos sido muy enriquecidas, pudiendo conocer mejor su realidad histórica. Es ese trasfondo cultural el que hace más interesante a santa Teresa, que es más heroica de lo que podíamos imaginar. La libertad que Dios le dio, la capacitó para vivir en autenticidad la radicalidad del evangelio. Dios también la capacitó para compartir con otros el fruto de su libertad y de su amor. Carmen P. Ramos.

Doy gracias a la Divina Providencia por haberme dado la oportunidad de asistir al cursillo sobre santa Teresa de Jesús impartido por el padre Eduardo en el monasterio de carmelitas de San José. Las reflexiones en torno a la novedad del mensaje de la Santa, tanto en su época como en la nuestra, me han ayudado mucho a cobrar mayor conciencia de la infinita misericordia del Señor y de nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios, llamados a vivir en plenitud la gracia bautismal. De las enseñanzas de estos días aprendo que la oración es para todos: niños, jóvenes, adultos, ancianos. Pido a Dios que todo el mundo tenga acceso al conocimiento de lo que es la contemplación y pueda vivirla. Muchas gracias, padre Eduardo, por su presencia en Puerto Rico. Dios lo bendiga siempre. Marie Minette Díaz Burley (su servidora de altar en el monasterio).

¡Ay, pena, penita, pena… que se nos va el padre Sanz! Lo llevaremos siempre en nuestro corazón y ya lo incluimos en nuestra oración. Confío en que volverá. Doy gracias a la madre Inés, priora de este monasterio que nos ha permitido compartir estos días de paz y las charlas sobre santa Teresa., dos preciosos regalos. Que los Santos del Carmelo nos ayuden en nuestro camino hacia el cielo (que trabajo les va a costar). Las enseñanzas de Teresa son actuales: mujer, escritora, fundadora y maestra de oración. Su humanidad, su sentido del humor, su paciencia que todo lo alcanza… Teresa fue una Titana. Dios se volcó en ella y ella supo responder con plenitud. Liana de Bejuco.

Santa Teresa nos ha hecho un hermoso regalo en su centenario: en el monasterio de Trujillo Alto hemos tenido con el padre Eduardo un cursillo sobre santa Teresa, “inquieta y andariega”, maestra para nuestros días. Inicialmente pensé que solo acudiría a las sesiones de la mañana, para no desatender mucho tiempo la oficina; pero después de asistir a la primera sesión quedé decidida a no perderme ninguna. Creo que desde que el padre Eduardo comenzó la primera conferencia cantando con ternura “buenos días, María”, ya todos sabíamos que aquello iba bien. Asistir a este cursillo ha sido redescubrir a Teresa y comprender (que no es lo mismo que conocer) las circunstancias históricas que le tocó vivir, y caminar junto a ella, a través de sus cartas y escritos, en su reacción y respuesta a esas circunstancias. Además, nos hemos adentrado en el mar de la ternura y de la dulzura de dios en su vida. Habrá que releer sus libros. Ciertamente, no será lo mismo. Gracias, padre, porque ahora entiendo por qué Teresa entró al monasterio, por qué es maestra y modelo hoy igual que ayer, y por qué es doctora de la Iglesia. Meme Córdova.

He sido bendecida. ¡Cuánto regocijo siente mi alma por conocer a santa teresa tal como usted nos la ha presentado! Una maestra valiente, defensora de la verdad de Dios, del evangelio, de la mujer. Estoy especialmente agradecida por sus enseñanzas sobre los fundamentos de la oración. Estoy segura de que esta servidora vivirá su oración de ahora en adelante con nueva intensidad. Dios le bendiga. Miriam Blanco de martorell (Guaynabo).

Este cursillo con motivo del V centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús me ha brindado la oportunidad de crecer en santidad y en el conocimiento de la espiritualidad carmelitana según el estilo de santa Teresa. Gracias. Los grados de oración se me asemejan a peldaños que hay que escalar en nuestro camino hacia el cielo. “Orar es tratar de amistad”, así de sencillo. ¡Qué belleza! NN.

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