jueves, 4 de septiembre de 2014

Convento de los Mártires de Granada


Los días pasados he tenido un curso sobre la doctrina de san Juan de la Cruz en Úbeda. Comenzamos con una excursión a Granada. Allí visitamos los restos del antiguo convento de los Mártires junto a la Alhambra (hoy transformados en unos hermosos jardines románticos con un palacio al que pertenece la fotografía de arriba).


En época musulmana fue una zona de silos (depósitos subterráneos de grano) que en algún momento se transformaron en mazmorras, llegando a haber más de 600 cristianos encarcelados en ellas.

Cuando Isabel la Católica entró en Granada en 1492 liberó a los cautivos y mandó construir allí la primera iglesia de la ciudad, dedicada a los santos mártires.

En 1567 los carmelitas descalzos adquirieron el lugar y establecieron una comunidad, transformando la primitiva ermita en iglesia conventual.

San Juan de la Cruz fue prior del convento desde 1582 a 1588. Allí construyó con sus manos un acueducto y una gran cisterna de agua para regar los huertos, con una ermita en el centro (las tres cosas se conservan). En el convento y en la ermita escribió sus obras en prosa.

También plantó un arbolito que un hermano de santa Teresa de Jesús mandó desde América a su hermana y ella regaló al Santo. Es el árbol americano más antiguo plantado en suelo europeo.

Los carmelitas permanecieron en su convento hasta que fueron expulsados en la exclaustración de 1835. Durante los siglos XIX y XX tuvo varios propietarios hasta que pasó a manos de sor Cristina de la Cruz y de Arteaga, monja jerónima y poetisa. 

Los carmelitas intentaron comprárselo para regresar al lugar de sus orígenes, pero les pidió un precio muy elevado, que no pudieron pagar. Finalmente, se lo regaló al ayuntamiento de la ciudad. 

En 1972 el ayuntamiento decidió transformar los restos del convento y los jardines en un hotel, por lo que comenzó la demolición de los edificios y la destrucción de los jardines románticos. En 1976 quiebra la empresa que estaba construyendo el hotel, quedando todo abandonado. En 1984 se inicia la restauración del palacio y de parte de los jardines, aunque no del antiguo convento.

Hoy el palacio se dedica a la celebración de bodas civiles y los jardines están abiertos al público. Del convento solo quedan unas pocas ruinas, además del acueducto, la cisterna transformada en lago con patos y la ermita convertida en refugio de borrachos y drogadictos.

En las siguientes fotografías pueden ver algunos de los recuerdos de san Juan de la Cruz que se conservan en el carmen de los mártires:


Dos fotos del acueducto en el que san Juan de la Cruz trabajó con sus manos.



Dos fotos del famoso "cedro" de san Juan de la Cruz, que en realidad es un ciprés americano.



Dos fotos de la ermita en la que san Juan de la Cruz escribió el comentario a la Llama de amor viva.



Junto a la carretera, encima de una fuente, hay una inscripción que recuerda que san Juan de la Cruz fue prior de esta casa. 


La inscripción en el muro exterior dice: "De 1582 a 1588, siendo prior del convento de los Mártires, de carmelitas descalzos (demolido en 1850) el místico doctor de la iglesia y protector de los atribulados san Juan de la Cruz escribió sus admirables tratados: Subida del Monte Carmelo, Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva".

En los jardines, cerca del acueducto y del ciprés que planto el Santo hay un busto suyo. En el pedestal está escrito: “Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura” y más abajo: “La ciudad de Granada a San Juan de la Cruz. Febrero de 2002”.


A los pies del famoso ciprés se puede leer: “Es fama que este cedro corpulento / que hoy mitiga del sol la ardiente luz / floreció ayer por divinal portento / del báculo que usaba en el convento / su extático prior Juan de la Cruz”.

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