sábado, 7 de junio de 2014

Poesías de la beata Ana de san Bartolomé


Hoy se celebra la fiesta de la beata Ana de san Bartolomé, compañera, secretaria y enfermera de santa Teresa de Jesús. En el cuadro de arriba, que se conserva en el coro de la basílica Stella Maris del Monte Carmelo en Israel, se ve a santa teresa con Ana de san Bartolomé y Ana de Jesús.

Ya he explicado quién era Ana de san Bartolomé aquí y he publicado tres poemas suyos aquí. Hoy recojo cuatro más, compuestos en el Carmelo de Amberes para celebrar acontecimientos de la comunidad.

Zagalas, ¿y qué buscáis? Poema compuesto hacia 1618 para cantar en la toma de hábito de dos jóvenes.

Zagalas, ¿y qué buscáis
en esta vida tan nueva?
¡Y vestís nueva librea!
Ya se ve que a Dios amáis.


El amor no os da lugar
a escuchar tantas razones
como los del mundo os ponen
queriéndoos perturbar.
¡Oh, qué engañados están
de que vuestra suerte es buena!;
¡Y vestís nueva librea!
Ya se ve que a Dios amáis.

¡Dichosa la amistad
del maestro que os enseña!
Pues dejáis la libertad
y tomáis la vida estrecha,
y en lugar de pura seda
os vestís gordo sayal.
¡Y vestís nueva librea!
Ya se ve que a Dios amáis.

Como los ciervos saltáis
subiendo las altas sierras
sin temer las penitencias
que son duras de llevar.
¿Quién os da tal fortaleza
siendo de tan tierna edad?
¡Y vestís nueva librea!
Ya se ve que a Dios amáis.

¿Dónde vas con tanta gala? Poema escrito hacia 1620 para cantar en la profesión religiosa de una carmelita del convento de Amberes.

¿Dónde vas con tanta gala,
Niño Dios, enamorado?
A buscar una zagala
que me ama y yo la amo.

Hoy quedará desposada
en el tálamo de amor.
Es la ovejita hallada
que me cuesta mi dolor.

La busqué con gran cuidado
por traerla a la manada.
Y así voy con tanta gala
mostrándome enamorado.

Y así voy con tanta gala
mostrándome enamorado
a buscar esta zagala
que me ama y yo la amo.

Lleguéme a par de este río. Poema escrito hacia 1620 para cantar en la toma de velo de una carmelita del convento de Amberes. La toma del velo negro era el rito público que se hacía después de la profesión religiosa.

Lleguéme a par de este río
buscando mi salud,
y he hallado
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Miraba qué agua era, me acercaba
a esta fresca rivera y verde prado
y cierto, que he hallado en Dios un el amigo,
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Mirando de lejos me espantaba,
mas cuando yo me acerco, bien me agrado,
el camino que llevaba es el divino,
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Si Dios no se me acercaba sin pedirlo,
el mundo me llevaba a lo perdido;
que me traía engañada sin sentirlo,
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Hoy me hacen la gracia con un velo
y quedo desposada en gran consuelo;
que viene desde el cielo mi Amado,
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Cuando he bebido esta agua, me es sabrosa,
y de fea que estaba, soy hermosa.
Hoy me ponen corona a lo divino;
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Estas son las joyas de mi amigo,
yo quedo su esposa y él es mío;
y llámanme dichosa, pues lo he sido,
que de muerta que estaba, ahora vivo.

Dos palomas vuelan hoy. Poema compuesto en 1624 para la profesión religiosa de dos carmelitas del convento de Amberes.

Dos palomas vuelan hoy
con un vuelo soberano
hasta el nido del amor,
adonde se han reposado.

En el nido se han entrado
buscando ya su vivir,
porque más quieren morir
que vivir lo acostumbrado.

El amor las ha topado
y las quiere para sí;
en su pecho es su vivir,
y en él se han reposado.

En este vuelo tan alto
¿quién las ha dado la fuerza?
El amor tiró la flecha
con que las ha enamorado.

Y sedientas han buscado
el que las había herido,
y aunque pesa al enemigo,
en él se han reposado.

No piensen lo que vendrá,
y vivan ya sin cuidado;
hoy mis hijas van volando
en el nido a reposar.

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