Roma es famosa por sus numerosas fuentes, algunas de gran valor artístico e histórico. La del Tritón de Piazza Barberini, esculpida en travertino blanco, fue la primera de las realizadas por Bernini, en el año 1642. Últimamente ha recuperado su esplendor, después de un paciente trabajo de restauración que ha durado meses.
Aparte de su singular belleza, en su momento supuso un alarde de ingeniería sin precedentes. Efectivamente, nunca antes se había construido una fuente que no estuviera apoyada sobre un pilar central sólido. Bernini construyó su fabulosa fuente sobre cuatro delfines que entrelazan sus colas, dejando el espacio central hueco.
Los contemporáneos pensaban que la fuente se hundiría, por lo que recibió muchas críticas. Sin embargo, la fuente sigue en pie después de casi 400 años y Bernini hizo varias más con la parte central hueca, especialmente la de los cuatro ríos de plaza Navona.
Pueden ver varias fotos para disfrutar de los detalles del monumento aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario