La beata Josefa Naval Girbés se santificó en el mundo como miembro del Carmelo Seglar (entonces llamado Orden Tercera de la Virgen del Carmen y de Santa Teresa de Jesús). Nació en Algemesí (Valencia, España), el año 1820. Cuando tenía 13 años, falleció su madre y ella se encargó del cuidado de su familia, primero su padre y hermanos, y después también de sus abuelos y un tío.
Desde su adolescencia, se entregó al Señor con el voto de castidad y se dedicó con generosidad a las obras de apostolado en el ámbito de la comunidad parroquial: enseñaba catecismo a los niños, organizaba encuentros formativos para mujeres y practicaba la caridad hacia los enfermos y necesitados como miembro de las "Conferencias de San Vicente de Paúl". Recorrió el camino de la oración y de la perfección evangélica en una vida de sencillez y de ardiente caridad.
Cuando tenía 30 años, abrió en su casa un taller gratuito de costura, en el que numerosas niñas, jóvenes y mujeres aprendieron también a leer y escribir, y se formaron en la sabiduría humana y espiritual, intercambiando el bordado y las lecturas con los momentos de oración.
Durante una epidemia de cólera se dedicó generosamente a asistir a las numerosas víctimas, arriesgando su propia vida. Murió en 1893 y, cumpliendo su deseo, la enterraron con el hábito y capa de carmelita. Fue beatificada en 1988.
Oración colecta. Oh Dios, que pusiste en el mundo la fuerza del evangelio como fermento de renovación; concede a los fieles dedicados a las cosas seculares para cumplir tu voluntad, que, por la intercesión y con el ejemplo de la beata Josefa Naval, instauren sin descanso tu reino mediante el ejercicio de sus deberes temporales con espíritu cristiano. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración sobre las ofrendas. Padre celestial, que el sacrificio que te ofrecemos en la memoria de la beata Josefa sea al mismo tiempo eficaz para nuestra salvación y agradable a tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración después de la comunión. Alimentados con el sacramento de salvación, te rogamos, Dios de la misericordia, que, imitando la caridad de la beata Josefa Naval, seamos un día partícipes de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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