Me gustaría que se fijen en el color de su hábito. Como en casi todas las representaciones antiguas, no está vestido de marrón, ya que las varias familias franciscanas vestían distintos tonos de azul, de gris, de negro o de beige.
Solo en el s. XIX, cuando se reunieron más de 60 familias franciscanas para formar las tres principales ramas de franciscanos que hoy existen, los "conventuales" asumieron el color negro y los "menores" y los "capuchinos" asumieron el color marrón (hasta entonces llamado "color carmelita", como aún se le sigue llamando en Cuba, por ejemplo). Por lo que la mayoría de las pinturas y esculturas del santo que lo representan con hábito marrón son modernas.
A continuación recojo varias representaciones antiguas del santo, para que comprueben lo que les estoy diciendo sobre el color del hábito.
La segunda pintura más antigua conocida, Berlinghieri, 1235
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