viernes, 14 de junio de 2024

14 de junio. San Eliseo, profeta. Oraciones y lecturas de la misa


El profeta Eliseo fue colaborador del profeta Elías y heredó su espíritu cuando Elías fue llevado al cielo, para continuar su obra en Israel. 

Eliseo testimonia la eficacia del carisma profético por medio de la fidelidad al Dios verdadero y el servicio a su pueblo. Entre sus numerosos prodigios, destacan que curó al sirio Naamán de la lepra y devolvió la vida al hijo de la sunamita. 

La Orden del Carmen recuerda su origen en el Monte Carmelo con la celebración litúrgica de los grandes profetas Elías (el 20 de julio) y Eliseo (el 14 de junio), perpetuando la memoria de su presencia y de sus obras. Por eso el capítulo general de 1399 decretó la celebración de su fiesta. 

“Elías pasó junto a Eliseo y le echó encima su manto. Eliseo sacrificó la yunta de bueyes y se fue tras Elías y se consagró a su servicio” (1Re 19,19.21). 

Oración colecta. Señor Dios de nuestros padres en la fe, guardián y redentor de los hombres, que te muestras admirable en tus profetas y transmitiste el espíritu de Elías a Eliseo; por tu bondad, dígnate hacer crecer en nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de que, imbuidos del carisma profético, podamos ser testigos ante el mundo de tu presencia providente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (2Re 2,11-15).

En aquel tiempo, mientras Elías y Eliseo iban conversando por el camino, de pronto, un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Subió Elías al cielo en la tempestad. Eliseo lo veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carros y caballería de Israel!». Al dejar de verlo, recogió el manto que había caído de los hombros de Elías, volvió al Jordán y se detuvo a la orilla. Tomó el manto que había caído de los hombros de Elías y golpeó con él las aguas, que se separaron a un lado y a otro; y pasó Eliseo sobre terreno seco. Cuando la comunidad de los profetas lo vio venir hacia ellos, dijeron: «El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo». Palabra de Dios.

Salmo responsorial (Sal 103)

℟. Oh Señor, envía tu Espíritu y repuebla la faz de la tierra.

Bendice, alma mía, al Señor
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
y todas las hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas. ℟

Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo;
se la echas y la atrapan,
abres tu mano y se sacian de bienes. ℟.

Les retiras el aliento y expiran,
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. ℟

✠ Lectura del santo evangelio según san Lucas (Lc 4,24-27).

En aquel tiempo, vino Jesús a Nazaret y habló al pueblo en la sinagoga diciendo: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su tierra. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». Palabra del Señor.

Oración sobre las ofrendas. Oh Dios, que por las figuras de los antiguos sacrificios has querido significar la verdad de estos dones que te presentamos, concédenos propicio que, por estos santos misterios que celebramos en honor de tu profeta Eliseo, nos convirtamos también nosotros en oblación perpetua para tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración para después de la comunión. Oh Dios, que por los prodigios del profeta Eliseo simbolizaste de modo admirable el pan de vida; te pedimos nos concedas que, fortalecidos con este manjar, podamos cumplir cada día la misión profética. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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