Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 20 de octubre de 2023

El convento de san Juan de la Cruz en Úbeda


Para todos los que amamos a san Juan de la Cruz, la ciudad de Úbeda, en la que falleció el año 1591, tiene un significado especial. Sobre todo el convento carmelitano donde vivió sus últimos días. En esta primera fotografía se puede ver el edificio desde la huerta.

La evocación de su muerte, que se celebra cada año durante la noche del 13 al 14 de diciembre, es un acontecimiento que toca los corazones. 

Para mí esta ciudad y este convento conservan, además, otros recuerdos personales. Allí hice yo mi noviciado, durante el cual cumplí 19 años y allí hice mi profesión religiosa el 21 de septiembre de 1986, el día en que cumplí 20 años.

Para un religioso, el tiempo del noviciado es una oportunidad de conocer la vida carmelitana desde dentro, dedicado por entero a la oración litúrgica y personal, a la convivencia fraterna y al estudio del carisma carmelitano, las constituciones, la historia, etc.

Yo tuve la gran bendición de que el superior de la casa, el maestro de novicios y otros hermanos eran personas totalmente identificadas con su vocación, que nos transmitían su entusiasmo incluso sin necesidad de palabras.

A continuación pongo algunas fotografías del convento, la iglesia y el museo sanjuanista, para que puedan conocerlo:

Fachada principal. A la izquierda está la entrada a la iglesia de san Miguel (la más grande) y de frente el oratorio construido sobre el lugar donde estaba la habitación en la que murió el santo y el lugar donde fue enterrado.

Escultura de san Juan de la Cruz en el nicho sobre la puerta de entrada a la basílica.

Vistas de los olivares desde los jardines del convento.

Iglesia principal, dedicada a san Miguel arcángel. Por este lugar de la muralla entraron las tropas cristianas, guiadas por el rey Fernando III el santo, cuando la ciudad fue reconquistada un 29 de septiembre de 1234. Por eso, decidieron construir allí un templo en su honor y nombrarle patrón de Úbeda.

Basílica-oratorio construida en el lugar donde estuvo enterrado el santo.

Sepulcro sobre el lugar donde estuvieron sus restos desde su fallecimiento en 1591 hasta que fueron trasladados a Segovia en 1593.

Cuadros del oratorio, del artista Francisco Palma Burgos, que representan las poesías del santo.

Sacristía de la basílica.

Puerta de entrada al museo sanjuanista.

Sala de orfebrería religiosa.

Sala de los retratos.

Coro de la iglesia, con hermosas obras de arte.

Sala de los bordados litúrgicos.

Celda de san Juan de la Cruz.

Hermosa escultura de santa Teresa de Jesús en el coro.

Imagen procesional de la Virgen del Carmen.

Imagen procesional de san Juan de la Cruz.

Imagen del Niño Jesús proveniente de Granada. Según la tradición, un día de Navidad, después de misa, san Juan de la Cruz agarró esta imagen y con ella en brazos bailaba cantando: "Mi dulce y tierno Jesús, si amores me han de matar, ahora tiene lugar".

Otro Niño Jesús vestido de carmelita.

Imagen del santo que preside el retablo del oratorio.

Boceto en terracota de Cristo con la cruz, obra de José de Mora (1642 - 1724).

Juan de la Cruz con el pie llagado en su camino desde La Peñuela a Úbeda.

Icono del tránsito del santo, realizado por las carmelitas de Rávena.

El museo tiene una buena selección de obras de artistas contemporáneos. A mí me gusta especialmente esta representación del poema "La fonte", de José Márquez.

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