Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 28 de abril de 2023

Hermana Felicia, Chiquitunga


La hermana Felicia de Jesús Sacramentado nació en Villarrica (Paraguay) en 1925 y murió en Asunción en 1959, con 34 años. En familia la llamaban Chiquitunga. Fue beatificada el año 2018.

Con 16 años entró en la Acción católica y se consagró a dar catequesis a niños y, más tarde, a jóvenes universitarios, así como a prestar distintos servicios a los pobres, enfermos y ancianos. Por entonces escribió:

“Nunca pensé que sería tan feliz llevando consuelo a los necesitados. Mi único deseo es ser apóstol de Jesús”.

Estudió magisterio y ejerció de maestra, compaginando el trabajo con el apostolado.

Se hizo carmelita descalza con 30 años. 4 años después contrajo una hepatitis y desarrolló otras enfermedades que la llevaron a la muerte.

Murió el domingo de Pascua y pidió a sus hermanas que leyeran para ella el poema "Vivo sin vivir en mí" de santa Teresa de Jesús.

Ella decía: “Quiero vivir y morir por Jesús. Él es mi vida”.

Escribió algunos poemas en los que dejó reflejada su vida espiritual. Veamos uno:

Dejadme, que voy de prisa,
tengo cita con mi Amado,
que, si llego tarde a su lado,
ya en sus labios no brilla la risa.

Dejadme, que voy apurada
que estoy loca por llegar,
que no sea que el lugar
encuentre por otra ocupada.

Tengo que llegar ahora,
para sentarme a su mesa,
donde en vez de la cerveza
su sangre pura me ofrece;

y donde como manjar
ofrece a su ingrata amada
su cuerpo ya traspasado
de amor, de dolor y de paz.

Dejadme, que voy de prisa,
tengo cita con mi Amado;
dejadme, que voy apurada,
tengo prisa por llegar.

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