Gonzalo López Marañón era un fraile carmelita descalzo de Burgos al que hace 50 años pidieron que se fuera a la selva amazónica en el Ecuador para animar la vida misionera de los religiosos y de los laicos que caminaban en Sucumbíos.
La catedral de Burgos es uno de los edificios góticos más fascinantes del mundo entero, una maravilla arquitectónica que conserva numerosas obras de arte en su interior, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.