Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 13 de marzo de 2015

Mensaje de los generales carmelitas para el año de la Vida Consagrada


Ayer, 12 marzo 2015, 393º aniversario de la canonización de Santa Teresa de Jesús, el P. Fernando Millán Romeral, Prior General o. carm. y el P. Saverio Cannistrà, Prepósito General o.c.d. dirigieron un mensaje a toda la familia carmelitana con motivo del año de la Vida Consagrando, invitándonos a dejarnos iluminar por las enseñanzas del papa Francisco y de santa Teresa de Ávila.

Allí afirman que "Teresa, desde siempre mistagoga y maestra de espiritualidad, se ofrece como modelo y guía para una renovación de nuestra consagración religiosa y como una inspiración para afrontar nuevos desafíos". 

A la luz del magisterio del papa nos invitan "a testimoniar en la Iglesia y en el mundo la belleza de nuestra vocación y de nuestra vida" y a reflexionar sobre nuestra presencia y significatividad en la vida de la Iglesia. Se detienen especialmente en cuatro argumentos:

1. En el corazón de la Iglesia: Para nosotros que por gracia de Dios hemos sido llamados al Carmelo, inspirados por la Regla de San Alberto y por el ejemplo de tantos santos que a lo largo de los siglos se han empeñado en vivir este ideal, llamados de modo especial en este año jubilar a caminar tras los pasos de Teresa de Jesús, sentirnos «hijos de la Iglesia», «vivir las grandes necesidades de la Iglesia» (Cuentas de conciencia 3,7), «orar por el aumento de la Iglesia» (Fundaciones 1,6) y estar en el «corazón de la Iglesia, mi Madre» (Ms B 3v), no es una fatiga inútil, sino un don.

2. La alegría para “engolosinar las almas”: Si no queremos fundar la alegría sobre la arena del sentimiento, debemos asentarla en la sólida roca de la experiencia personal y comunitaria del amor de Dios. «Oh, mi suave Reposo, mi Dios, alegría de vuestros amantes», escribía Teresa de Jesús (Exclamaciones 17,2). Ahora bien, para fascinar a los otros es necesario estar antes fascinados. Al mismo tiempo, para comunicar a los demás la «alegría y la belleza de vivir el Evangelio y de seguir a Cristo», es necesario que antes se las haya experimentado.

3. Una comunión para el mundo: El papa nos recuerda que como religiosos estamos llamados a ser «expertos en comunión». En la revelación cristiana, todo está marcado por la comunión: las tres personas divinas son comunión, la fe es comunión, la oración es comunión, la Iglesia es comunión, la liturgia es comunión y, finalmente, la vida consagrada es comunión.

4. Una mirada al futuro que pasa, necesariamente por una mayor colaboración con los seglares: Si como carmelitas nos sentimos emplazados en el «corazón de la Iglesia», es para sentirnos todavía más en comunión con todo el pueblo cristiano, al que nosotros mismos pertenecemos. En el curso de los siglos, muchos cristianos, partiendo de «su condición laical», han elegido compartir «ideales, espíritu y misión” de nuestras Órdenes, dando así vida a una auténtica «familia carismática» carmelita. Que en los diversos contextos geográficos, el año de la vida consagrada sea para cada uno de nosotros ocasión para adquirir aún mayor conciencia de pertenecer a esta «familia carismática» y dar juntos gloria a Dios dentro de ella.

El texto termina con un precioso deseo: Que Teresa de Ávila, el inmenso ejército de santos del Carmelo surgidos a lo largo de su dilatada historia y, sobre todo, María, la estrella del mar, guíen nuestros pasos y nos den la fuerza y la valentía para vivir nuestra consagración con fidelidad, creatividad y generosidad.

Pueden leer el mensaje entero aquí.

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