Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 28 de septiembre de 2021

Los siete arcángeles


El 29 de septiembre se celebra la fiesta de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael. Antiguamente cada uno tenía su fiesta propia, pero la reforma del Vaticano II los unió en un solo día. Son los tres únicos arcángeles de los que la biblia nos ofrece su nombre. Pero es muy común encontrar cuadros antiguos de los "siete arcángeles", tanto en Oriente como en Occidente. El de arriba es italiano del siglo XVI. 


Este es del siglo XVII y se conserva en el monasterio de las descalzas reales de Madrid.

En otras entradas veremos cuadros españoles e hispanoamericanos, así como iconos rusos y griegos. ¿De dónde proviene esta tradición?, ¿cuál es su significado?

Hay que empezar recordando que la palabra "ángel" significa "mensajero". Por lo tanto, los "ángeles" son mensajeros que Dios nos envía. A los que tienen una misión de especial importancia se les llama "arcángeles".

El papa san Gregorio Magno (siglo VI) afirma: "Hay que saber que el hombre de «ángel» designa la función, no el ser, del que lo lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman arcángeles".

En la tradición judeocristiana hay siete "arcángeles", ángeles con misiones especialísimas relacionadas con nuestra salvación.

En el libro de Tobías se afirma: "Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tob 12,15). 

En el libro del Apocalipsis se dice: "Reciban gracia y paz de aquel que es, que era y que viene, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono" (Ap 1,4). 

El libro apócrifo de Enoc (escrito hacia el siglo segundo antes de Cristo) cita sus nombres: Gabriel, Miguel, Rafael, Uriel, Baraquiel, Jehudiel y Saratiel. Estos nombres son recogidos por otros libros de la época y por los escritos rabínicos (aunque a veces cambia algo la transcripción de los nombres).

Hoy hay mucha confusión y grupos esotéricos y heréticos se apropian de tradiciones cristianas, transformándolas. Así, algunos identifican a los ángeles con los días de la semana o las constelaciones y los invocan para cosas extrañas. Los testigos de Jehová creen que es el arcángel Miguel el que se encarnó en Jesucristo y los mormones identifican a Miguel con Adán.

Pero eso no es motivo para despreciar una tradición judeocristiana atestiguada en la Biblia y en los escritores judíos y cristianos de distintas épocas, que tuvo mucha importancia en la historia del arte.

En numerosas iglesias y museos se conservan cuadros, iconos y esculturas de los siete arcángeles, aunque solo se celebra la misa en honor de los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia: Gabriel, Miguel y Rafael.

A continuación pueden ver representaciones de cada uno de ellos y la explicación del significado de sus nombres y de sus patronazgos.

Miguel significa "¿Quién como Dios?". Se le suele representar con una lanza o con una espada en alto pisando al demonio. También con un estandarte, como príncipe de las legiones celestiales y especial protector de la Iglesia universal. A veces, con una balanza en las manos, pesando a las almas, como símbolo del juicio. Es el más representado, tanto en pintura como en escultura.

Gabriel significa "Fortaleza de Dios". Se le suele representar con una azucena (símbolo de la virginidad) y el dedo en alto, anunciando a la Virgen María que será madre del salvador. A veces también con una vela o una lámpara, indicando que hay que estar en vela para escuchar la Palabra de Dios, como María. Los musulmanes lo consideran el ángel de la revelación, que dictó el corán a Mahoma.

Rafael significa "Medicina de Dios". Se le suele representar con un niño de la mano y un pez, haciendo referencia a los episodios recogidos en el libro de Tobías. A veces solo lleva el pez y un bastón de peregrino. Los musulmanes piensan que será el encargado de tocar la trompeta para anunciar el juicio final. Durante siglos ha sido considerado patrón de los viajeros, de los enfermos, del personal sanitario y de los recién casados.

Uriel significa "Fuego de Dios" y aparece en los libros apócrifos tercero y cuarto de Esdrás y hablan de él varios padres de la Iglesia, así como la liturgia mozárabe. Se le suele representar con una espada de fuego, como guardián de las puertas del Paraíso. A veces tiene en sus manos el libro de la vida, con los nombres de los redimidos. En la tradición judía, se dice que es ángel que luchó con el patriarca Jacob y le cambió el nombre por Israel. También el que detuvo la mano de Abrahán cuando iba a sacrificar a su hijo Isaac, y el que pasó por Egipto salvando a los judíos y castigando a quienes los esclavizaban.

Baraquiel significa "Bendición de Dios". Se le suele representar con un canasto de flores y frutos, porque es el guardián de las virtudes. Tradicionalmente se le considera el jefe de los ángeles de la guarda y el especial protector de los matrimonios y las familias.

Jehudiel significa "Alabanza a Dios". Se le suele representar con una corona de oro o de laurel en las manos, señal de la recompensa para los que perseveran en el servicio del Señor. A veces tiene también en su mano una disciplina (un pequeño látigo), porque era considerado especial protector de los que se arrepienten de sus pecados y hacen penitencia.

Salatiel significa "Plegarias a Dios". Se le suele representar con un incensario, haciendo referencia a los que oran día y noche intercediendo por sus hermanos. A veces se le representa con las manos juntas en oración. Los cristianos orientales suelen invocarle para que les ayude a orar con piedad y recogimiento.

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