Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 15 de abril de 2024

Salmo 150: invitación a la alabanza

El salmo 150 (el último del Salterio) invita a alabar a Dios con cantos, bailes e instrumentos musicales: tambores, flautas, trompetas, cítaras, platillos... Lucca della Robbia (1400-1482) hizo un comentario en mármol entre 1431 y 1437: el magnífico púlpito para los cantores de la catedral de Florencia que pueden ver arriba y que ahora les muestro en detalle. Disfruten de los niños y jóvenes cantando, bailando y tocando instrumentos de viento, cuerda, teclado y percusión.

Alaben al Señor con cantos (1). Grupo coral en escorzo. Fíjense que todos están colocados de tal manera que pueden leer la partitura de un único libro, que sostienen en sus manos los dos más pequeños. Este relieve ha sido copiado por muchos artistas posteriores y se pueden ver obras similares en muchos sitios.

Alaben al Señor con cantos (2). Otro grupo de jóvenes interpreta una partitura, en este caso escrita en un pergamino desenrollado. Los dos jóvenes de delante se abrazan con las manos que les quedan libres de sujetar la partitura. Ambos se apoyan en una pierna y tienen la otra ligeramente flexionada, dando movilidad a la escena.

Alaben al señor con danzas. Siete niños, magistralmente labrados, bailan en corro de la mano. Los de delante casi son de bulto redondo, mientras que los de atrás solo están trabajados en un ligero relieve. Así da la sensación de profundidad y de que verdaderamente forman un círculo entre ellos. Algunos pies se elevan, como si se recogiera el movimiento de la danza. Además, todos ellos cantan y ríen felices.

Alaben al Señor con instrumentos musicales. El niño de delante está sentado y toca un organillo portátil con su mano derecha, mientras que con la izquierda mueve el fuelle por detrás. Otros niños tocan un laúd y un arpa. Alrededor, el coro canta.

 
Alaben al Señor con cítaras. Las jóvenes usan vestiduras del siglo XV, pero delante hay dos "amorcillos", como en los sarcófagos greco romanos.

 
Alaben al Señor con flautas. Estas jóvenes usan vestiduras de época clásica, como las musas griegas. También hay dos "amorcillos" a sus pies.

 
Alaben al Señor con trompas. Los tres de arriba a la izquierda tocan unas enormes trompetas, mientras los de la derecha tienen flautas en las manos, que no se aprecian bien en la fotografía. Cuatro niñas danzan delante de ellos.

Alaben al Señor con tambores. Un joven a nuestra derecha toca la flauta, otros tocan tambores y dos niños sonrientes bailan delante, mientras que otros se asoman curiosos por detrás de los músicos.

Alaben al Señor con platillos vibrantes. Todos estos niños están caminando, como en una procesión, y sonríen al tiempo que hacen sonar sus platillos. Parece que están disfrutando de la música y la fiesta.

Alábenlo con panderetas. Estos ángeles y niños, algunos solo cubiertos con guirnaldas de flores, tocan panderos con sonajas al tiempo que cantan.

Disposición actual en el museo dell'Opera del Duomo (el museo catedralicio). La cantoría fue desmontada en 1688 y sustituida por un púlpito. Hoy se puede ver la reconstrucción arriba, pero con los relieves originales puestos por separado abajo, a la altura de los ojos, para que los visitantes puedan disfrutar de los detalles.

2 comentarios:

  1. ¡Qué maravilla! Gracias, querido padre Eduardo, por animarnos a comenzar la semana con algo tan bello!

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  2. Gracias, P. Eduardo, por compartir tanta maravilla. Demos siempre gracias a Dios con la alegría de las flautas, clarinetes, trompas, violines, platillos, con cantos y danzas. Seamos cristianos alegres.

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