Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 6 de marzo de 2014

Peregrinación a Roma y Tierra Santa


Mi prior se encuentra en Israel, acompañando una peregrinación del Carmelo Seglar italiano. El papa Francisco peregrinará a finales de mayo y yo a principios de junio. Les envío algunas informaciones útiles sobre esta peregrinación a Roma y Tierra Santa. Servirá de recuerdo a los que se han apuntado. Si hay alguien interesado que aún no se ha apuntado, que me escriba cuanto antes, para ver si podemos conseguir alguna plaza más.

En primer lugar visitaremos Roma, la Urbe (ciudad) por excelencia. Allí se encuentran las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, así como muchos otros monumentos históricos y artísticos de singular belleza: restos de la época imperial, catacumbas, basílicas cristianas, palacios, y parques.

Roma es un museo al aire abierto, lleno de puentes sobre el río Tíber e impresionantes plazas adornadas con fantásticas fuentes y esculturas. Además es la ciudad con mayor número de museos del mundo entero. Los monumentos son tantos y tan variados que no basta una vida para visitarlos todos, por lo que deberemos limitarnos a algunos de los más representativos.

Por otro lado, la cocina italiana es famosa por la pasta, la pizza, el vino, el aceite de oliva… sin olvidar los famosos helados italianos y el café spresso (concentrado y fuerte).

Para los católicos, lo más importante es que en Roma vive el papa, sucesor de san Pedro, al que Cristo encargó que cuidara de su rebaño y trabajara por la unidad de todos los creyentes.

En Roma se hace presente una parte importante de la historia de la Iglesia, con sus luces y sus sombras. Aquí han vivido y se conservan los restos de numerosos santos de todos los tiempos, desde los mártires de la época de las persecuciones hasta nuestros días. También la mayoría de las Órdenes religiosas tienen aquí su casa general.

Hay que reconocer que muchos edificios están descuidados, que hay bastante suciedad por las calles y que la red de transportes no siempre funciona correctamente, pero Roma es una ciudad que merece la pena visitar y a la que siempre se quiere volver.

Desde Italia nos trasladaremos a Tierra Santa. Allí veremos ruinas de antiguas civilizaciones, hermosos monumentos y paisajes sorprendentes (algunos únicos, como el valle del Jordán y el Mar Muerto), aunque no es eso lo que nos mueve a ponernos en camino.

Nos disponemos a compartir unos días de convivencia y oración en los lugares santificados por la presencia del Señor Jesús y de su Madre, la Virgen María. Han cambiado los edificios y los medios de transporte, pero estas son las montañas y los valles de los que habla la Biblia, los espacios que atravesaron los patriarcas, los profetas y los apóstoles.

Desde los tiempos apostólicos, numerosos cristianos han hecho lo mismo que haremos nosotros: el mártir san Justino, san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola, el beato Carlos de Foucauld, los Papas Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI (el papa Francisco peregrinará unos días antes que nosotros). Siguiendo sus huellas, nos disponemos a peregrinar a Tierra Santa.

Visitaremos Nazaret (lugar de la encarnación del Señor y de su infancia y juventud), Belén (lugar de su nacimiento), Cafarnaún (donde Jesús se estableció, al inicio de su ministerio y rodeado de los lugares donde llamó a sus discípulos, predicó el sermón de la montaña, multiplicó los panes y realizó la mayoría de sus milagros) y Jerusalén (lugares de la pasión, muerte y resurrección), además delMonte Carmelo (gruta del profeta Elías y santuario de la Virgen del Carmen). Nos acercaremos a diferentes santuarios, monasterios, lugares históricos y paisajes singulares (desierto, mar muerto, depresión del Jordán…).

De todas formas, es bueno recordar que ni la carpintería de Nazaret ni el Calvario o el Santo Sepulcro se conservan como eran hace dos mil años. El paso de la historia ha dejado su huella en cada lugar. Han cambiado los edificios y los medios de transporte, pero estas son las montañas y los valles de los que habla la Biblia, los espacios que atravesaron los patriarcas, los profetas y los apóstoles. Este viaje marca la vida de los que acuden con las disposiciones correctas.

En principio, el calendario es el siguiente:

Sábado 31 de mayo 2014. Salida de El Salvador. Llegan el 1 de junio a Madrid y duermen allí.

Domingo 1 junio. Salida de Panamá y Santo Domingo. Procuren dormir en el avión, que nos esperan muchas emociones.

Lunes 2. Salida de Madrid. Todos llegan a Roma, misa, alojamiento y cena (si es posible, paseo nocturno).

Martes 3. Grandes Basílicas: san Pablo extra muros, santa María la Mayor, san Juan de Letrán (la catedral de Roma) y santa Cruz de Jerusalén.

Miércoles 4. Audiencia con el Papa, Villa Borghese y centro.

Jueves 5. Vaticano, Roma clásica (coloseo, foros, capitolio) y Roma barroca (Plaza Navona…).

Viernes 6. Colocación de las maletas en el autobús y desayuno. Desplazamiento al aeropuerto y viaje a Tel Aviv. Desplazamiento en autobús al monasterio Stella Maris de la Virgen del Carmen en Haifa, cena, misa y alojamiento.

Sábado 7. Desayuno y traslado a Nazaret. Misa en las carmelitas descalzas de Nazaret. Visita a las iglesias de la anunciación y de san José. Almuerzo en Casa Nova de los padres franciscanos. Regreso a Haifa, cena y alojamiento.

Domingo 8. Colocación de las maletas en el autobús y desayuno. Misa en las carmelitas descalzas del Monte Carmelo. Desplazamiento al lago de Galilea. Visita a Cafarnaúm (casa de san Pedro y sinagoga) y el Primado (lugar de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos y de la pesca milagrosa). Almuerzo junto a la iglesia de las bienaventuranzas en el Monte del Sermón de la Montaña y paseo en barco por el lago. Cena y alojamiento.

Lunes 9. Colocación de las maletas en el autobús y desayuno. Renovación de las promesas bautismales en el río Jordán. Desplazamiento al Mar Muerto (baño) y Qumram. Almuerzo y desplazamiento a Belén. Misa, cena y alojamiento en Belén.

Martes 10. Visita a la basílica de la Natividad, misa en las carmelitas descalzas de Belén y almuerzo. Visita a Ein Karim (lugar de la visitación de María a Isabel y patria de san Juan Bautista). Cena y alojamiento en Olive Tree de Jerusalén.

Miércoles 11. Visita al santo Sepulcro. Almuerzo en Casa Nova. Visita a los santuarios del Monte de los Olivos (Pater Noster, Dominus Flevit, tumba de la Virgen y Misa en Getsemaní). Cena y alojamiento.

Jueves 12. Misa en Iglesia de santa Ana y Vía Crucis por la Vía Dolorosa hasta el Santo Sepulcro. Almuerzo en Casa Nova. Visita al Monte Sión (San Pedro in Galli Cantu, Cenáculo, Iglesia de la Dormición).

Viernes 13. Colocación de las maletas en el autobús, desayuno y desplazamiento a Tel Aviv para volar a Panamá, El Salvador y España. Los de Dominicana viajan a París, donde duermen y salen el día siguiente hacia Santo Domingo.

Les puedo decir por experiencia que en Israel hay mucha seguridad (no tiene nada que ver con los países musulmanes de la zona ni con la franja de Gaza, que no visitamos ni queda cerca de nuestro recorrido). Hasta ahora los peregrinos nunca han tenido problemas, incluso salen por las noches sin ningún miedo.

La gente queda muy satisfecha de los hoteles y residencias religiosas, de las comidas y de los lugares visitados, aunque siempre puede haber alguna incomodidad y algún roce, que se superan con buena voluntad. Cuando uno sale de su casa debe saber que quizás no encontrará el tipo de pan al que está acostumbrado, o la bebida que le gusta, o la marca de edulcorante que le sabe mejor o no se podrá sentar en el lugar del autobús que desea… Pero estas cosas son secundarias si recordamos que estamos en una PEREGRINACIÓN y no en un viaje de turismo cualquiera. Todos los días se celebrará la Santa Misa, se leerán reflexiones bíblicas y se tendrán encuentros de oración.

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