Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 5 de julio de 2023

Antiguas estampas de la Virgen del Carmen


Las representaciones más antiguas de la Virgen del Carmen son iconos orientales que representan al niño Jesús abrazado a su Madre, a veces acariciando su rostro. Es natural, visto que los carmelitas venimos de Israel y los cristianos orientales no suelen usar esculturas en sus templos, sino iconos. En esta estampa del siglo XIX (imprenta K. van de Vyvere - Petyr Bruggese en Bélgica) ve a la Virgen del Carmen sobre la bahía de Haifa y al fondo el monasterio Stella Maris en el promontorio del Monte Carmelo. Hoy Haifa es una gran ciudad, pero cuando se hizo esta representación aún era un pequeño pueblo de pescadores a los pies del Carmelo.

Estampa del siglo XVII coloreada a mano sobre un grabado de la imprenta V.G. Huberti (1619-1684) de Bruselas.

Pues sois de nuestro consuelo
el medio más poderoso,
sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.

Imprenta Joh Pachmayer de Praga.

Desde que en la nubecilla,
que sin mancha os figuró,
de Virgen Madre adoró
Elías la maravilla,
a vuestro culto capilla
erigió en primer modelo.

Grabado francés de 1700 pintado a mano.

Tan primeros para vos
los hijos de Elías fueron
que por timbre merecieron
ser “de la Madre de Dios”.
Título es este que Dios
les dio a su heredado anhelo.

Estampa italiana para celebrar la coronación de la imagen en 1875.

Por ello vos honras tantas,
Señora, al Carmelo hicisteis
que, viviendo, le asististeis
mil veces con vuestras plantas;
con vuestras palabras santas
doblaste su antiguo celo.

Del Carmelo descendieron
de Elías los seguidores
y en la Iglesia coadjutores
de los apóstoles fueron;
del evangelio esparcieron
la verdad por todo el suelo.

A san Simón, general,
el escapulario disteis;
insignia que nos pusisteis
de hijos como señal,
contra el incendio infernal
es defensivo consuelo.

Quien bien viviere y muriere
con tal señal, es notorio
que, por vos, del Purgatorio
saldrá presto, si allá fuere.
Por tu patrocinio espere
tomar a la Gloria el vuelo.

Vuestro escapulario santo
escudo es tan verdadero,
que no hay plomo ni hay acero
del que reciba quebranto;
Puede, aunque es de lana, tanto
que vence al fuego y al hielo.

Flores de vuestro Carmelo
son la variedad de santos,
profetas, mártires tantos,
vírgenes y confesores,
pontífices y doctores,
que hacen vuestro Monte Cielo.

Dando culto a vuestro honor
durará siempre el Carmelo,
porque así lo alcanzó el celo
de Elías, su fundador:
cuando Cristo, en el Tabor,
mostró su gloria sin velo.

Pues sois de nuestro consuelo
el medio más poderoso,
Sed nuestro amparo amoroso
Madre de Dios del Carmelo.

Oh Virgen del Carmen, Madre de Dios y de los pecadores, especial protectora de los que visten tu sagrado escapulario, te suplico por lo que Dios te ha engrandecido, escogiéndote para verdadera Madre suya, que me alcances de tu querido hijo Jesús, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida y la salvación de mi alma. Amén.

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