Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 16 de agosto de 2012

Ejercicios espirituales en Valladolid

Estoy a punto de terminar un curso de ejercicios espirituales en la casa que tienen las Carmelitas Misioneras en Zaratán (Valladolid). Han sido unos días de oración y reflexión, no solo para los ejercitantes, sino también para mí. Es un verdadero gozo poder compartir la misma fe con personas tan distintas entre sí, que antes eran desconocidas entre ellas, pero que tienen los mismos deseos de profundizar en la intimidad con Cristo. Recojo algunas lineas de las reflexiones que han escrito por si a alguien le animan a participar en este tipo de actividades, allí donde estén. No hay duda de que Dios puede salir a nuestro encuentro en cualquier momento y en todo lugar, pero también es verdad que los ejercicios espirituales son un momento privilegiado para la manifestación del Espíritu. El Señor nos guarde a todos en su paz. Amén.

Hace casi medio siglo que no hacía ejercicios espirituales. Me apunté por medio de una amiga para descansar y oír alguna charla; pero al tercer día algo se removió en mi interior y me metí de lleno... Sé que mi vida será otra a partir de ahora. Gracias, Señor, por esta nueva oportunidad. Isabel.

"El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres". ¡Cuánta luz! ¡Cuánta gracia recibida del Espíritu! a través de aquel mensajero cuyos pies son hermosos porque anuncian "el amor gratis" que dará un vuelco a nuestra vida. Gracias, Cristo, amor mío. Betania.

Estos ejercicios me han ayudado a descubrir el proceso espiritual de mi vida y a estar más atenta a lo que el Señor quiere de mí y a saberlo interpretar. Han sido como una relectura de mi vida, desde que el Señor me llamó a seguirle más de cerca y veo que siempre me llama a profundizar en su amor. Una hermana.

He disfrutado mucho en estos ejercicios sobre las "noches" de san Juan de la Cruz, he redescubierto el amor que el Señor me tiene y ha acrecentado en mi corazón el deseo de seguir creciendo en su amistad... X.

En estos ejercicios carmelitanos me he acercado a los escritos de santa Teresa de Jesús y de san Juan de la Cruz. Hay cosas que ya conocía, pero ¡tan débiles…! Había leído (a pesar del castellano antiguo que siempre me ha costado) a esos dos místicos y estoy convencido de que sus planteamientos son absolutamente válidos para el s. XXI. Ahora ha sido espectacular. Cosas intuidas por mí a lo largo de los años pero sin acabar de ver ni entender. Otras totalmente nuevas, de una novedad y originalidad absolutas... La identificación de las virtudes teologales con las potencias del alma me ha hecho comprender el importante papel del desarrollo humano integral, tanto a nivel espiritual como material, de cara a la sociedad, a la profesión e incluso a la familia... El camino a recorrer por las carreteras de Dios continúa compaginando el transporte anterior que seguía con el que he descubierto ahora. Luego, en la tranquilidad de casa, vendrá el desarrollo de las ‘noches’ para profundizar en ellas, que es, quizá, lo que más atención me ha llamado, lo que más me ha enriquecido, a lo que más sentido he encontrado para explicar la relación mutua Dios-hombre. Será fundamental la aplicación del vocabulario teresiano y sanjuanista de sus escritos para extrapolarlo a situaciones reales, espirituales o materiales, a los desafíos que plantean las situaciones o problemáticas del S. XXI. Juan Manuel.

Vine desde Inglaterra con muchas ganas de sacar provecho del encuentro... La tranquilidad del entorno, la acogida fraterna de las carmelitas misioneras, la belleza de los oficios, la oración silenciosa ante el Santísimo y las charlas dadas con tanta delicadeza  y sencillez, todo ha contribuido a que hayamos tenido una semana inolvidable. Estos días son para los que están "sedientos del Dios vivo". Aquí encontrarán a Quien puede saciar su sed. Rosana.

Me costó hacer silencio interior para entrar donde Él mora, pero se ha dejado sentir con su presencia amorosa y se ha ido comunicando con gran ternura... Hermana Fe.

Cada año hago ejercicios porque los considero imprescindibles para mí. Unos días para redescubrir mi situación ante Dios y aceptar la realidad que me toca vivir. En esta ocasión he reflexionado sobre la libertad interior, que nadie puede arrebatarme y que no depende de las circunstancias externas; sobre la aceptación de la realidad (que no es resignación) para que Dios pueda hacer su voluntad en mí, pasando del "enamoramiento" al verdadero amor. Hermana Socorro.

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