Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 29 de junio de 2020

Monasterio benedictino de santa Escolástica en Subiaco


Vista panorámica del complejo abacial del monasterio de santa Escolástica en Subiaco, donde el arte y la espiritualidad se han sedimentado a lo largo de los últimos mil quinientos años. Es el único superviviente de los 12 que san Benito fundó en la zona a principios del siglo VI. En concreto, este se fundó el año 520, aprovechando las estructuras en ruinas de un antiguo palacio de descanso del emperador Nerón. Antiguamente estaba dedicado a san Silvestre, pero posteriormente se dedicó a la memoria de santa Escolástica, la hermana de san Benito.

Es una abadía territorial, por lo que el templo tiene rango de catedral y el abad es obispo, que tiene jurisdicción sobre un territorio (hoy se reduce a los monasterios de san Benito y santa escolástica, pero en otros tiempos tuvo mucha importancia). Desde el año 967 al 1753 incluso fue un estado autónomo dentro del Sacro Imperio Romano. Desde 1456 a 1915, además del abad benedictino, había un "abad comendatario", que siempre era cardenal y se ocupaba de la administración civil del territorio.

El lugar está lleno de arte, de historia y de espiritualidad. Por ejemplo, allí los monjes construyeron la primera imprenta de Italia y publicaron el primer libro del país, en 1465. En la actualidad residen unos 20 monjes en el monasterio.

De este monasterio depende el cercano de san Benito, el "sacro speco", construido sobre la gruta en la que el santo vivió durante tres años.

Aquí pueden disfrutar de otras instantáneas del monasterio de santa Escolástica:


El monasterio desde otro ángulo.


La torre, construida hacia el año 1000.


El claustro románico (siglo XII)


El claustro gótico (siglos XIII al XV)


El claustro renacentista (Construido entre 1580 y 1689)


La iglesia-catedral neoclásica, realizada por el mismo arquitecto que el Hermitage de san Petersburgo (s. XVIII).


Una de las salas depósito de la biblioteca. (Ya le gustaría al P. Nacho tener tan ordenada la del Desierto de las Palmas).


Una de las salas de lectura y consulta de los fondos bibliográficos.

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