Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 17 de julio de 2014

Boville Ernica


He predicado el triduo y la fiesta de la Virgen del Carmen en la iglesia de las carmelitas teresianas de Boville Ernica, preciosa ciudad amurallada, a medio camino entre Roma y Nápoles.


La ciudad conserva restos de murallas megalíticas de la Edad del Bronce, así como restos romanos, medievales y renacentistas.



Una de las puertas de ingreso en la ciudad, que se encuentra en la cima de un monte.



Las vistas desde la ciudad son espectaculares.



El patrón de la ciudad es san Pedro español (Pietro ispano), un antiguo ermitaño que se santificó en el lugar. Los relicarios fueron realizados por Benvenuto Cellini en el s. XVI.



Dentro de la iglesia del patrón (que pertenece al monasterio de las benedictinas) se conservan preciosos restos provenientes de la antigua basílica constantiniana de san Pedro en el Vaticano, que fueron trasladados allí cuando fue construida la actual basílica. Arriba la capilla Simoncelli.



Este ángel fue realizado por Giotto (1267-1337) para la antigua basílica de san Pedro en Roma.



Este relieve de la Virgen fue realizado por Sansovino (1486-1570) para la antigua basílica de san Pedro en Roma.



Esta cruz de pórfido encajada en el mármol blanco se encontraba en el atrio de la antiguo basílica de san Pedro desde época paleocristiana.



Precioso sarcófago del s. IV con escenas de la natividad del Señor.



Virgen dolorosa en una de las iglesias de la localidad.

Celebrando la misa en la iglesia de las carmelitas teresianas.

Imponiendo escapularios a los feligreses.

Saludando a la gente después de la misa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario