Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 4 de mayo de 2021

Oraciones para el mes de mayo


Durante el mes de mayo sigue siendo muy común honrar a la Virgen María con algunas oraciones especiales. En muchos sitios, después del canto inicial se reza el “Acuérdate” de san Bernardo y se sigue con cinco Ave Marías precedidas por unas invocaciones que empiezan la primera con la “M”, la segunda con la “a”, la tercera con la “r”, la cuarta con la “i” y la quinta con la “a”, de manera que forman el acrónimo “María”. Como oración final se suele rezar el “Bendita sea tu pureza”, que recuerdo que en la escuela nos la enseñaba Dª Consuelo cuando yo era un niño.

Acuérdate, ¡oh piadosa Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a ti, implorando tu auxilio, haya sido abandonado de ti. Animado por esta confianza, vengo a ti, me refugio en ti, y gimo en tu presencia. No desprecies mis súplicas, madre del Verbo eterno; antes bien, escúchalas favorablemente, y haz lo que te suplico. Amén.

Madre amable, en todos los instantes de mi vida acuérdate de mí, pobre pecador. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Acueducto de las divinas gracias, ayúdame a amar a Jesús como le amaste tú. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Reina del cielo y de la tierra, sé mi amparo en las dificultades y mi defensa en las tentaciones. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Inmaculada Virgen María, alcánzame de tu Hijo las gracias que necesito para mi salvación. 
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Abogada y refugio de los pecadores, y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
¡no me dejes, Madre mía!

No hay comentarios:

Publicar un comentario