Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 1 de febrero de 2021

Beata Candelaria de San José (1 de febrero)


La beata Candelaria de San José
nació en Venezuela, en 1863. Se distinguió por su amor a los enfermos y a los pobres, a los que visitaba en sus casas y atendía con afecto maternal. Recogió a algunos, a los que cuidaba en una casa, pidiendo limosna para mantenerlos.


Pronto se le unieron otras jóvenes, con las que fundó una congregación de Terciarias Carmelitas, actualmente denominada Hermanas Carmelitas de la Madre Candelaria o Venezolanas. 

Plenamente confiada en la Providencia Divina, fundó varios hospitales y casas de acogida al servicio de los enfermos, ancianos y desvalidos. Murió el 31 de enero de 1940. Fue beatificada en 2008.

Oh Dios, de quien proceden todos los bienes, atiende nuestras humildes súplicas, por la intercesión de la beata Candelaria de San José, y que siguiendo su ejemplo de atención a los enfermos y hermanos más necesitados, anhelemos las cosas buenas que tú nos inspiras, y las llevemos a la práctica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Padre santo, tú que has derramado tu infinita bondad en la beata Candelaria de San José, llenándola de un profundo amor a ti y al prójimo, te pedimos que por su intercesión nos concedas ser fieles servidores de tu evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Cándida rosa bendita,
estrella de Dios divino,
luz y amor del peregrino,
aurora y luna clarita.

Tierna niña jovencita,
gracitana cien por ciento;
un hospital fue tu templo
donde entregaste tu vida
curando llagas y heridas,
sembrando amor y ejemplo.

Amor, cariño y bondad
de aquella niña gentil,
viendo al enfermo sufrir
trabajabas sin cesar
en aquel lóbrego lugar
sin médicos ni medicinas.

Residía en la colina
del hospital san Antonio,
donde morían los retoños
con fiebre y con tosferina.

Nadie te negó su auxilio
para tu causa tan noble.
Para proteger al pobre
como verdadero hijo,
trabajaste con delirio
como enviada del señor.

Tu trato era un resplandor
de una estrella iluminada
y el pueblo te ayudaba
con el más profundo amor.

De las cartas de la beata Candelaria de san José:

Cada una de nosotras debe procurar ser buena religiosa. Esto, es, trabajar para adquirir cada una de las virtudes; procurar estar en la presencia de Dios, que un día nos ha de juzgar: Sirvámosle con respeto, pues los mismos ángeles tiemblan en su presencia. Todas estamos obligadas a amarle con todo nuestro corazón, vida y entendimiento. A todas se nos ha dado tesoros de gracias que no debemos despreciar.

Debemos guardar nuestras Constituciones; asistir a la Sta. Misa con respeto y no faltar a la oración; valernos de las jaculatorias diarias, visitar al Smo. Sacramento, comuniones espirituales; no faltar al recogimiento en la vista, en la lengua, procurar guardar escrupulosamente el silencio y en las recreaciones hablar de Dios. 

Debemos amarnos unas a otras; esto por amor de Dios, y huyamos las amistades particulares. Huyamos de la murmuración; los defectos que notemos en nuestras hermanas procuremos corregirlos con el buen ejemplo. Invocar la ayuda de la Sma. Virgen. Procuremos
no ser perezosas; levantemos nuestro corazón a Dios para poder sacar frutos espirituales de nuestras buenas obras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario